
Estos días se cumple el primer aniversario de la muerte de Sabino Fernández Campo, sin duda alguna el asturiano que más relevancia ha tenido durante la Transición a la democracia. El tiempo no ha borrado su memoria ni ha empañado el recuerdo que nos queda de su sabiduría y ponderación en el seguimiento de la actividad pública. Sus opiniones, a menudo simples frases, se habían convertido en sentencias de una claridad asombrosa y un valor ético muy importante.
Lamentamos con mucha frecuencia la ausencia de intelectuales capaces de influir y señalar caminos en los momentos de confusión que nuestra inquieta sociedad atraviesa. Sabino Fernández Campo era...
